El calendario es una cuenta sistematizada del transcurso del tiempo, utilizado para la organización cronológica de las actividades humanas.
Antiguamente, muchos estaban basados en los ciclos lunares, perdurando su uso en el calendario musulmán,
en la fecha de varias fiestas religiosas cristianas y en el uso de la
semana (correspondiente a las cuatro fases lunares, aproximadamente).
En la actualidad, la mayor parte de los calendarios tienen por referencia el ciclo que describe la Tierra alrededor del sol y se denominan calendarios solares.
El calendario sideral se fundamenta en el movimiento terrestre respecto de otros astros diferentes al Sol.
La cultura que dio origen al calendario fue
la cultura maya, cuyos propósitos eran para determinar cuándo cultivar o
con fines esotéricos como la adivinación astrológica, este sistema
calendárico llevaba regismo de una serie de ciclos de tiempo basados en
el movimiento de los cuerpos celestes (el sol, la luna, Venus, etc.).
CALENDARIO JULIANO.
El calendario juliano es el antecesor del calendario gregoriano y se basa en el movimiento del sol para medir el tiempo. Desde su implantación en el 46 a. C., se adoptó gradualmente en los países europeos y sus colonias hasta la implantación de la reforma gregoriana, del Papa Gregorio XIII, en 1582. Sin embargo, en los países de religión ortodoxa se mantuvo hasta principios del siglo XX: en Bulgaria hasta 1917, en Rusia hasta 1918, en Rumanía hasta 1919 y en Grecia hasta 1923. A pesar de que en sus países el calendario gregoriano es el oficial, hoy en día las iglesias ortodoxas (excepto la de Finlandia) siguen utilizando el calendario juliano (o modificaciones de él diferentes al calendario gregoriano) para el cálculo de la fecha de Pascua.
El calendario juliano es el antecesor del calendario gregoriano y se basa en el movimiento del sol para medir el tiempo. Desde su implantación en el 46 a. C., se adoptó gradualmente en los países europeos y sus colonias hasta la implantación de la reforma gregoriana, del Papa Gregorio XIII, en 1582. Sin embargo, en los países de religión ortodoxa se mantuvo hasta principios del siglo XX: en Bulgaria hasta 1917, en Rusia hasta 1918, en Rumanía hasta 1919 y en Grecia hasta 1923. A pesar de que en sus países el calendario gregoriano es el oficial, hoy en día las iglesias ortodoxas (excepto la de Finlandia) siguen utilizando el calendario juliano (o modificaciones de él diferentes al calendario gregoriano) para el cálculo de la fecha de Pascua.
CALENDARIO GREGORIANO.
El calendario juliano, a pesar de los años bisiestos, no se acercó lo suficiente a los ciclos astronómicos: el año-calendario promedio tenía 12 minutos más que el ciclo solar. Este error, al parecer insignificante, se fue acumulando y en 1093, por ejemplo, la primavera cayó el 15 de marzo, en vez del 21. Así, para el siglo XVI el error acumulado había provocado una diferencia en el ciclo anual natural de diez días completos.
Para arreglar este error, el papa Gregorio XIII
solicitó al astrónomo C. Clavius que proyectara un moderno calendario.
En el año 1582, el pontífice promulgó una reforma al calendario juliano
que obligaba a todos los países católicos a que del 4 de octubre
siguiera el 15 de octubre, con lo cual se "perderían" diez días pero
ganarían que el hombre volvería a estar en armonía con las estaciones.
Además, esta misma reforma establecía que los años seculares no
divisibles entre 400 (1700, 1800, etc.) ya no serían bisiestos. Esta
mejora redujo el error anual a sólo 26 segundos, que suman un día cada
3,323 años. Finalmente, el papa repuso el 1 de enero como día de Año
Nuevo.El calendario juliano, a pesar de los años bisiestos, no se acercó lo suficiente a los ciclos astronómicos: el año-calendario promedio tenía 12 minutos más que el ciclo solar. Este error, al parecer insignificante, se fue acumulando y en 1093, por ejemplo, la primavera cayó el 15 de marzo, en vez del 21. Así, para el siglo XVI el error acumulado había provocado una diferencia en el ciclo anual natural de diez días completos.
La Europa católica adoptó inmediatamente el nuevo calendario,
pero los países protestantes se rehusaron a ello. Inglaterra y sus
colonias aceptaron el calendario gregoriano hasta 1752, cuando quitaron
11 días a su año. Este hecho provocó motines en Londres, donde muchos
indignados se lanzaron a las calles al grito de "queremos nuestros 11
días". En Estados Unidos, en cambio, Benjamín Franklin aconsejó con
resignación a sus lectores que debían "acostarse tan tranquilos el dos
de este mes, y despertar hasta la mañana del 14".
Sin embargo, en
Rusia, cuya iglesia cismática se separó de Roma antes del siglo XVI,
conservó en uso el calendario juliano casi doscientos años más. En 1918,
después de la revolución Bolchevique, el gobierno quitó 13 días al año
para poner su calendario en concordancia con el de los demás países de
Europa.
CALENDARIOS EGIPCIOS.
Los egipcios de la
Edad Antigua aprendieron a determinar las estaciones del año a partir
de los cambios que mostraba el río Nilo con el paso del tiempo. Para los
habitantes de esta civilización, las estaciones eran tres: "inundación"
o época de la crecida, que duraba aproximadamente de junio a
septiembre; "aparición de los campos al retirarse el agua", cuando el
suelo estaba húmedo, a partir de octubre y hasta el mes de febrero; y
"sequía", de febrero a junio, cuando volvía a repetirse el ciclo.
De
estas observaciones nació una de las aportaciones fundamentales de la
civilización egipcia, el calendario solar de 365 días. Este calendario,
que era bastante certero, se usó desde el tercer milenio a. de N.E. y
tuvo una finalidad práctica: el control de los ciclos agrícolas. Además,
partiendo de la observación de la Luna, los egipcios dividieron su año
en 12 meses, con 30 días cada uno.
El año nuevo egipcio se celebraba
cuando Sirio, la estrella más brillante del cielo, aparecía en el
horizonte por el oriente, un momento antes de la aurora. Sirio indicaba
que la Primavera había terminado y que muy pronto se produciría la
anhelada inundación de tierras por la crecida de las aguas del Nilo.
Posteriormente, a fin de ajustar el año lunar con la aparición de Sirio
en el horizonte, los astrónomos agregaron cinco días a cada año.
Asimismo propusieron, sin éxito, la adición de un día cada cuatro años
para que el año concordara aún más con el ciclo solar.
Otra
contribución importante derivada de las observaciones celestes que
hicieron los egipcios fue la división del día y la noche en 12 partes
cada una. Cada sección representaba 1/12 del tiempo transcurrido entre
la salida y la puesta del Sol o entre la puesta y la salida; por lo
consiguiente, la duración de la hora variaba según las
estaciones.
CALENDARIO MAYA.
El calendario maya consiste en tres diferentes cuentas de tiempo, que transcurren simultáneamente:
el calendario sagrado (tzolkin o bucxok, de 260 días)
el civil (haab, de 365 días) y
la cuenta larga.
El calendario maya es cíclico, porque se repite cada 52 años mayas. En la cuenta larga, el tiempo de cómputo comenzó el día 0.0.0.0.0 4 ahau, u 8 cumkú (en notación maya) que equivale al 13 de agosto del 3114 a. C. en el calendario gregoriano y terminará el 21 de diciembre de 2012.
La casta sacerdotal maya, llamada ah kin, era poseedora de conocimientos matemáticos y astronómicos que interpretaba de acuerdo a su cosmovisión religiosa, los años que iniciaban, los venideros y el destino del hombre.
El calendario maya consiste en tres diferentes cuentas de tiempo, que transcurren simultáneamente:
el calendario sagrado (tzolkin o bucxok, de 260 días)
el civil (haab, de 365 días) y
la cuenta larga.
El calendario maya es cíclico, porque se repite cada 52 años mayas. En la cuenta larga, el tiempo de cómputo comenzó el día 0.0.0.0.0 4 ahau, u 8 cumkú (en notación maya) que equivale al 13 de agosto del 3114 a. C. en el calendario gregoriano y terminará el 21 de diciembre de 2012.
La casta sacerdotal maya, llamada ah kin, era poseedora de conocimientos matemáticos y astronómicos que interpretaba de acuerdo a su cosmovisión religiosa, los años que iniciaban, los venideros y el destino del hombre.
CALENDARIO PERPETUO.
El calendario perpetuo es un sistema calendario que permite determinar, de una manera sencilla, el día de la semana para cualquier fecha, dentro de un largo rango de años que usualmente abarca muchos siglos.
También se pueden considerar como calendarios perpetuos las reformas calendarias y los diferentes sistemas calendarios.
Tipos de calendarios perpetuos
Los calendarios perpetuos consistían originalmente en una serie de tablas que permitían calcular el día de la semana de una fecha. Más recientemente se han hecho calendarios perpetuos implementados como dispositivos mecánicos, electrónicos, digitales, o programas de computadora.
Calendarios perpetuos basados en tablas
En los calendarios perpetuos en tablas, se usan varias tablas maestras para ayudar a conocer el día de la semana de una fecha. El uso de estas tablas evita hacer los cálculos complejos, ya que éstos están implícitos en la propia estructura de las tablas.
La forma exacta para usarlos varía de un calendario perpetuo a otro, pero, en líneas generales, de acuerdo a la fecha que se tenga, hay que hacer una serie de búsquedas y cálculos aritméticos sencillos, dando como resultado un número, que nos llevará a otra tabla en donde habrá que buscar otro número y calcular nuevamente, hasta que al final se llega a una última tabla en donde está el día de la semana de la fecha, (domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes ó sábado).
Calendarios perpetuos con programas de computadoras
Recientemente, con el advenimiento de las computadoras, se implementan como programas de computadoras que pueden mostrar el calendario de un mes o un año dentro de un período de siglos que depende del programa.
El calendario perpetuo es un sistema calendario que permite determinar, de una manera sencilla, el día de la semana para cualquier fecha, dentro de un largo rango de años que usualmente abarca muchos siglos.
También se pueden considerar como calendarios perpetuos las reformas calendarias y los diferentes sistemas calendarios.
Tipos de calendarios perpetuos
Los calendarios perpetuos consistían originalmente en una serie de tablas que permitían calcular el día de la semana de una fecha. Más recientemente se han hecho calendarios perpetuos implementados como dispositivos mecánicos, electrónicos, digitales, o programas de computadora.
Calendarios perpetuos basados en tablas
En los calendarios perpetuos en tablas, se usan varias tablas maestras para ayudar a conocer el día de la semana de una fecha. El uso de estas tablas evita hacer los cálculos complejos, ya que éstos están implícitos en la propia estructura de las tablas.
La forma exacta para usarlos varía de un calendario perpetuo a otro, pero, en líneas generales, de acuerdo a la fecha que se tenga, hay que hacer una serie de búsquedas y cálculos aritméticos sencillos, dando como resultado un número, que nos llevará a otra tabla en donde habrá que buscar otro número y calcular nuevamente, hasta que al final se llega a una última tabla en donde está el día de la semana de la fecha, (domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes ó sábado).
Calendarios perpetuos con programas de computadoras
Recientemente, con el advenimiento de las computadoras, se implementan como programas de computadoras que pueden mostrar el calendario de un mes o un año dentro de un período de siglos que depende del programa.
PERÍODO JULIANO
Para medir íntervalos muy grandes de tiempo y para ubicar cronologicamente fenómenos astronómicos extendidos a lo largo de periodos considerables, se constituyó una escala de tiempo denominada PERÍODO JULIANO, la cual fué propuesta por Joseph Scaliger en 1582
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